Con ritmos continuos y materiales muy contundentes surge esta cocina minimalista y sobria; líneas muy marcadas, sencillas y discretas, unidas a materiales limpios y planos son las claves de esta composición.
A pesar de ser una cocina estrecha y muy alargada se respira espacio, movimiento y orden. Se diferencian claramente dos usos, uno propio de cocina que alberga la cocción, fregadero, horno y frigorífico, y otra de almacenamiento, preparación y apoyo. Los herrajes interiores, junto con los cajones y gavetas extraíbles juegan un papel muy importante, aportando comodidad y funcionalidad en el día a día. Los electrodomésticos integrables como el lavavajillas no rompen la estética visual y permiten continuar con las líneas.
El mobiliario elegido es blanco brillo, con un uñero o gola corrida lacada en blanco. Las encimeras son de Dekton Glacier y los suelos y paredes de cemento pulido gris. La iluminación totalmente empotrada se abre paso bajo los muebles altos y barre directamente todas las superficies de trabajo.
Gracias Pilar!
Nadia Ramos
febrero 04, 2019